Reflexión sobre mi intolerancia y la de los otros

Como españolito de “a pie”, que sufre el problema de la inmigración descontrolada que sufrimos en este país y que a pesar de ello apoya firmemente la necesidad de ser tolerantes y ayudar lo máximo que podamos a todos aquellos que lo único que hacen es huir del hambre y la miseria, máxime cuando yo soy hijo de emigrantes que tuvieron que marcharse a Francia para poder subsistir y mantener a la familia; Creo que hay conductas de ciertos inmigrantes que no solo se pueden tachar de xenófogas, si no que debían de ser penalizadas sin miedo a el que dirán, por parte las autoridades y el gobierno.

Hoy sin ir más lejos podemos leer en la prensa nacional la siguiente noticia: “Un menor musulmán denuncia a su profesor por hablar en clase de geografía de jamones”. Esto que para los que tenemos dos dedos de frente no deja de ser una noticia graciosa, para otras personas es una clara ofensa al españolismo más radical, generando una mal llamada “conciencia nacional” que crea un odio infundado a todo lo que no es Español, y que puede poner a esta familia en su país de una patada en el culo, aunque solo sea de pensamiento, de momento… 

Si leemos un poquito más a fondo la noticia, nos damos cuenta de que no es una simple anécdota de intorelancia cultural, muy propia de aquellos musulmanes que interpretan las leyes islámicas a su manera y no como les indicaba el profeta Mahoma, ya que dicho profesor, que ha hecho referencia a un producto tan típico español como el Jamón Serrano, ha tenido que declarar ante la policía por la denuncia interpuesta por la familia del niño haciéndole perder horas lectivas a sus alumnos, cosa que tal y como esta el nivel cultura en nuestro país debía de ser casi un delito contra la propiedad intelectual.

Que esta denuncia no va ha llegar a ningún lado lo sabemos todos, ya que no hay juez en España al que no le guste el jamón de Trevélez y que no opine que esta familia musulmana esta sacando los pies del tiesto; pero la indignación por el mal uso hecho por esta familia del estamento judicial no se va a olvidar con la misma rapidez. Por esto ya es hora de preguntarnos si estos inmigrantes que son recibidos en nuestro país dándoles cultura, sanidad, seguridad ciudadana, servicios, justicia, ayudas y una multitud de cosas de las que no disfrutaban en su país de origen, deben empezar a pagar por los gastos que generan de forma irracional, como es este caso, al estado español.

Ya se que más de uno ya me estará tachando de mil cosas por pesar que lo que estos ciudadanos ha hecho no esta bien, saturando más si cabe una institución publica, que entre las denuncias contra el honor de los personajillos públicos del momento y las tonterías como esta, no llega a atender a las personas que verdaderamente necesita de sus servicios y que acaban pagando este retraso judicial incluso con la vida, como les pasa a muchas mujeres en nuestro país; Pero sinceramente me da igual, ya que a diferencia de los países de los que proceden estos intolerantes, yo puedo tener mi opinión y mantenerla de forma pacífica si temer ser latigado, lapidado o simplemente decapitado por ello.

En nuestro país, hay un dicho popular que dice: “Donde fueres, haz lo que vieres”, a si que tomar nota… Yo no os voy a pedir que comáis jamón, pero vosotros no me pidáis ni a mí ni a ningún otro español, que olvidemos la diversidad gastronomica de nuestro país donde de ese “animal impuro” se utilizan hasta las pezuñas. Si no sois capaces de convivir de forma normal y respetuosa con nuestra cultura y tradiciones, lo mejor es que volváis a vuestros países donde seguro que no tardareis mucho en echarlas de menos.

Un saludo al pueblo musulmán, que si es capaz de convivir en paz.

P.D: 21-12-2010.  Lo dicho, ya lo ha desestimado. Es que donde se ponga un buen jamón...

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