Reflexión sobre Irán y la primavera que no llega.

El gobierno Iraní del fanático retrogrado Ahmadineyad, lo ha vuelto ha hacer. Cuando pensamos que no podía ser más sádico aplicando las enseñanzas de “Alá”, nos encontramos con que no contento con lapidar a mujeres “culpables”, por el mero hecho de haber sido violadas o de reprimir hasta la muerte a cualquier opositor que ose desafiar su régimen totalitario, ahora se dedica a condenar a la cárcel y a 90 latigazos, de esos que separan la piel de los huesos, a una actriz por participar en una película que no deja bien a su dictadura, a pesar de haberla autorizado ellos mismos a través de un permiso del ministerio de incultura y tonterías islámicas varias.

Este es un claro ejemplo de donde nunca podrá nacer la hierva nueva de primavera, si no se extermina primero las malas hierbas que le tapan la luz de sol. ¿Dónde están los defensores de los derechos humanos?, ¿Dónde están las fuerzas de la OTAN? y la ONU, ¿no tiene nada que decir?????.

No, es más fácil callar cuando enfrente se encuentran con un país que seguramente tenga armamento nuclear y que además tiene al todo poderoso Israel a un tiro de piedra. Pero tarde o temprano, alguien tendrá que parar a estos dictadores de pacotilla, que utilizan la religión como yugo para su pueblo.

Otro que tal calza es Arabia Saudí, que ha detenido a un Futbolista colombiano que juega en un equipo de su país, por llevar un cristo tatuado en el cuerpo. Si son más tontos no nacen… En declaraciones a EFE, el jeque Mohamed Nayimi, uno de los clérigos, (= chupatintas que viven a costa del miedo de los demás), más reputados de este país, dijo que las leyes saudíes prohíben los tatuajes y que todo aquel que visita Arabia debe de cumplir la “Sharía”. (= ley islámica hecha a medida para que unos pocos vivan a cuerpo de rey y el resto de pueblo se muera de hambre).

Viendo cosas como esta, a uno le entran ganas de hacer lo mismo con ellos cuando están en nuestro país y obrigarles a ir sin velo, que no puedan  parar a rezar cuando esten trabajando y comer cerdo hasta que les salgan por las orejas, pero después me doy cuenta de que yo soy civilizado y ellos unos pobres desgraciados que basan sus vidas en lo que el gobernante de turno dice que pone en un libro… Lastima que este pueblo que  era el más ilustrado de la edad media, no haya aprendido todavía a interpretar lo que lee y se deje embaucar por todo aquel que usa el coral como un arma hacia los demás y no como una herramienta de hermandad entre los humanos.

Un saludo