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Y sonó la flauta…
Hoy nos desayunamos los españoles con la queja de la prensa plañidera catalana, poniéndose la tirita antes de tener la herida, por si el Tribunal Constitucional les tira para atrás eso de ser una nación.
Me parece una falta de educación cívica el criticar a una instancia judicial, antes de que esta sentencie en uno u otro sentido y mucho más, poner en duda la integridad moral de sus miembros porque no tengan su misma ideología política. El hecho de que el estatuto de Cataluña es anticonstitucional, salta a la vista desde el preámbulo pese a quien le pese. Esto no quiere decir que no se pueda aprobar e incluso cambiar la constitución para darle cabida, pero hoy por hoy este engendro ideológico no tiene cabida en la normativa jurídica española sin romper con ese tan nombrado consenso de la transición.
España es mucho más que el ombligo catalán, es mucho más que su lengua dictatorial y mucho más que sus recursos económicos, por mucho que haya catalanes que se piensen que sin ellos el mundo no existiria y disfruten haciéndose los mártires con este y otros temas.
Solo un grupo tan narcisista como la izquierda catalana, puede pensar que todo el mundo que no opina como ellos, esta contra ellos. Esta forma de pensar más relacionada con las dictaduras de ambos extremos que con un país democrático, esta haciendo que el resto de los españoles pasen del estatuto catalán como algo de lo que no merece la pena ni saber ni entender. Son estos mismos grupos los que están tirando su estatuto por tierra, intentando imponer y no intentando consensuar. Cataluña sin España y si los españoles no es nada, igual que no lo es Madrid, Valencia, Galicia, Vascongadas, Andalucía, etc., pero con la diferencia de que los demás arrimamos el hombro y no nos quejamos tanto.
Catalanes de Gerona, Tarragona, LLeida y Barcelona. Si no les aprueban el estatuto no se van a morir, se modifica y en paz; Que problemas más grandes tenemos todos para llegar a final de mes y no montamos tanto circo editorial.
Hoy nos desayunamos los españoles con la queja de la prensa plañidera catalana, poniéndose la tirita antes de tener la herida, por si el Tribunal Constitucional les tira para atrás eso de ser una nación.
Me parece una falta de educación cívica el criticar a una instancia judicial, antes de que esta sentencie en uno u otro sentido y mucho más, poner en duda la integridad moral de sus miembros porque no tengan su misma ideología política. El hecho de que el estatuto de Cataluña es anticonstitucional, salta a la vista desde el preámbulo pese a quien le pese. Esto no quiere decir que no se pueda aprobar e incluso cambiar la constitución para darle cabida, pero hoy por hoy este engendro ideológico no tiene cabida en la normativa jurídica española sin romper con ese tan nombrado consenso de la transición.
España es mucho más que el ombligo catalán, es mucho más que su lengua dictatorial y mucho más que sus recursos económicos, por mucho que haya catalanes que se piensen que sin ellos el mundo no existiria y disfruten haciéndose los mártires con este y otros temas.
Solo un grupo tan narcisista como la izquierda catalana, puede pensar que todo el mundo que no opina como ellos, esta contra ellos. Esta forma de pensar más relacionada con las dictaduras de ambos extremos que con un país democrático, esta haciendo que el resto de los españoles pasen del estatuto catalán como algo de lo que no merece la pena ni saber ni entender. Son estos mismos grupos los que están tirando su estatuto por tierra, intentando imponer y no intentando consensuar. Cataluña sin España y si los españoles no es nada, igual que no lo es Madrid, Valencia, Galicia, Vascongadas, Andalucía, etc., pero con la diferencia de que los demás arrimamos el hombro y no nos quejamos tanto.
Catalanes de Gerona, Tarragona, LLeida y Barcelona. Si no les aprueban el estatuto no se van a morir, se modifica y en paz; Que problemas más grandes tenemos todos para llegar a final de mes y no montamos tanto circo editorial.
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